He aprendido muchísimo más sobre cómo funcionamos los humanos interactuando con la Inteligencia Artificial que con las personas mismas. Llevo varias semanas batallando con el comportamiento de un bot, y al principio, debido a mi ignorancia, lo cargué con demasiadas restricciones, información e instrucciones, pensando que esa era la forma correcta de crearlo.
Pero ¿qué pasaba? Inventaba cosas, hacía cosas no deseadas, no era obediente y no se comportaba como esperaba. Claro, esto es un grave problema si estás ofreciendo bots a tus clientes. Sin embargo, gracias a la Inteligencia Artificial, aprendí que menos es más.
La Importancia de la Simplicidad
Para darte una idea, al principio tenía un prompt con casi 2.000 palabras. Ahora tengo un bot que responde mejor, resuelve mejor y hace todo mejor, y el prompt apenas tiene menos de 600 palabras. Simplemente lo cargué con lo esencial, implanté el comportamiento y las actitudes desde la raíz, desde los primeros principios.
De esta forma, no tengo que decirle al bot cómo actuar en cada momento, sino que se lo dicto desde el principio, permitiendo que actúe de manera adecuada en cualquier situación o tema. Así, al igual que en los humanos, los principios son lo que dictan tu moralidad, tus valores son los que dirigen tu comportamiento. En el caso de los bots, es algo similar.
Aplicando Estos Aprendizajes en la Vida
Entonces, aprendí que quizás los humanos funcionamos de la misma manera. Cuanta más información irrelevante tengamos en la mente, peor nos va. Sin embargo, si mantenemos información pura y de calidad, aunque sea mínima, tendremos más paz y seguridad, y una actitud más inamovible.
Estos aprendizajes que he estado teniendo con la Inteligencia Artificial los estoy aplicando a mi propia manera de pensar. Estoy limpiando todas aquellas cosas que complejizan mi vida innecesariamente y simplemente volviendo a los primeros principios, a lo esencial. Lo importante es mantener en el cerebro pocas cosas, pero aquellas que realmente son valiosas.
Finalmente, comprender estas lecciones no solo ha mejorado mi interacción con la tecnología, sino que también ha cambiado mi enfoque de vida.